10 02 2013
Yo soy lituanio (lietuvietis en lituano) – adoro a los dioses lituanos, que también son dioses europeos. Por lo tanto también me llamo euronio. En semejante manera los católicos se llaman cristianos.
Cada persona tiene derecho a adorar a su dios preferido. Cada dios o diosa es original, tiene sus únicas poderes y debilidades. Cada nación europea tiene a su dios protector o diosa protectora.
Nosotros, los euronios, nunca hemos intentado extinguir a los adoradores de otros dioses. No sabemos por cierto cuantos dioses hay en el universo, por eso no tenemos derecho a forzar a los otros a abolir a los suyos.
La estrella o el árbol de Vėlinas simboliza la unidad entre la humanidad y la naturaleza, lo que sabemos y lo que no sabemos, la vida y la muerte.
Venimos acá de allí y, cuando viene nuestro tiempo, regresamos allá para poder nacer de nuevo.
Sin embargo, apreciamos a los dioses que protegen a nuestros países y a nuestros naciones, estamos listos para proteger nuestra fe, nuestros valores y nuestras tradiciones.
Somos semejantes y lo comprendemos. Es muy probable que adoramos a los mismos dioses, solo les llamamos diferente. Por ejemplo, el dios más adorado lituano Perkūnas probablemente es el mismo dios que Thor de los escandinavos, Dónar de los pueblos gemánicos y Zeus de los griegos.
Nosotros, los euronios, sabėmos, que nuestra muerte no será final. Pasarémos al país de los muertos y pues – naceremos de nuevo. Cada fin es también un inicio de algo nuevo.
Nuestro renacimiento depende de nuestra vida. Si perdamos nuestro honor, tendríamos que pagar con una larga existencia insensata antes de renacer. Por eso la vida nos preocupa mucho más que la muerte.
Al dios de los muertos, no le preocupa nuestros errores, supuestos ‘pecados’ en el sentido del cristianismo. Pero cada persona tendrá que pagar por todo lo mezquino y cruel que habrá hecho en su vida.
A nuestros dioses, no les importa mucho si los adoremos. Son poderosos de verdad y no necesitan que la gente se arrodille, golpee el suelo con las cabezas o se humille como los perros de alguna otra manera. Tantas cosas no les agradecen a ellos más que nos agradecería la vista de hormigas rezando a nosotros.
Sin embargo, les gusta que nosotros no les olvidamos y les respetamos, les pedimos consejos y seguimos su códigos éticos.
Nuestros dioses nos ayuda si les gustamos a ellos. Cada dios y diosa tiene sus preferencias particulares. A Perkūnas le gusta los valientės y honestos; Laima ayuda a las madres durante el parto, le gusta los que quieren gatos a ella (el gato es su animal querido); etc.
Yahvé, Jesús y Alá exigen a sus seguidores que ellos no adoren a ningún otro dios o diosa y destruyan sus templos. Nuestros dioses no exigen tantas cosas perversas. A ellos, les importa sólo la ética de las acciones de la persona. Por supuesto que no ayudan a la gente que no les respecta a ellos, pero son demasiado nobles para vengarlo.
Sin embargo, si alguien les ofenda a ellos gravemente y sin razón, tendría que pagar por eso, tarde o temprano.
La cultura cristiana, que actualmente domina Europa, es basada en engaño y fingimiento. En toda su vida los cristianos juegan ciertos papeles que les ayudan obtener lo más posible dinero y poder.
Pues ellos oran a Jesús Christo o (y) pagan a sus curas con la esperanza de por eso ser salvados por su dios. Esperan que después de la muerte sean transportados al supuesto lugar llamado paraíso donde puedan esperar el así llamado ‘día del juicio final’ sin ningún renacimiento (aunque, en mi opinión, la perspectiva de resurrección con el cuerpo con el que morirás no parece ninguna ‘salvación’ ).
Parece muy dudoso que un dios tan inmoral, criminal y hipócrita como Jesús Cristo pueda salvar a alguien, incluso a sí mismo. Sin embargo, es muy agradable y fácil creer que serás salvado a pesar de todas tus villanías.
Por eso la mayoría de la gente europea elige cristianismo, viviendo según sus reglas sencillas y no fatigadoras.
Solamente los fuertes y los valientes deciden aceptar el reto de no arrodillarse en frente de nadie, no poder hacer bajezas sin pagar por ellas, ser responsable de sus decisiones y acciones – asumiendo la responsabilidad de su vida.
Ser euronio es demasiado difícil, ¿verdad?
Jueves. El día para celebrar. El día de la semana de Perkūnas, el dios defensor de los lituanos. También el día de Tor, Júpiter, Donar.
Quiero estar lo más cerca del borde como me sea posible, sin pasarme. En la orilla se ven todos tipos de cosas que no se pueden ver desde el centro.
Kurt Vonnegut
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